Por Humphrey Bogart cuando dice play it again Sam
Los hombres deberían, deberíamos, aprender de una vez y por todas que cuando una mujer dice no, es simple y sencillamente no; así mismo corazón, aunque esté sentada frente a ti en un bar, sin bragas, con las piernas abiertas y haciendo guiñitos con la lengua, en el momento en que te acercas con tu cara de baboso calentón y te digo no – a no ser que seas Johnny Deep – es no. Las mujeres también deberían aprender eso, es decir, que cuando le dices al energúmeno que has escogido para compartir tu cavernícola vida que lave las vajillas y responde que no, quiere decir « lo hare más tarde, cuando no parezca que es por orden tuya ».
He leído
recientemente uno de esos estudios que circulan por ahí sobre el sexismo y el
maltrato hacia las mujeres (el que encuentre uno que trate lo mismo sobre los
hombres que levante la mano), donde entre otras cosas --y lo saco del contexto
porque no puedo meter aquí todo el estudio, eh !— se muestra en una ilustración
como los tacones altos destacan las nalgas y las tetas, es decir, « las
partes sexualizadas del cuerpo femenino » como para decirnos que, en la
gran conspiración universal antifemenina, hasta los tacones están diseñados en
contra de sus portadoras, no para que sean más altas sino para convertirlas en
objeto sexual.
Para colmo, en la
otra parte de la ilustración se muestra como la mujer sin tacones no tendría ni
nalgas ni tetas, y ahí fue donde mi cromosoma Y, el muy hijoeputa, saco la
cabeza de su baño de testosterona y me dijo con su sonrisita sarcástica:
« si, pero la de los tacones esta mas buena ». Créame la autora, que
yo las he visto descalzas y bien “sexualizadas”, pero es verdad que las hay que
ni en tacones. Por suerte en este mundo hay para el gusto de cada cual.
Y eso es,
respetadas señoras, porque el sexo, o la excitación sexual, sus fantasmas,
perversiones y angustias tan humanas no saben mucho de sociología; y porque a
los hombres, burros que son, lo que no le entra por los ojos…claro deberían ser
más sensibles y delicados, como otros tantos sensibles y delicados que se han
quedado por el camino reemplazados por cada burro que ni te digo. Respetuosos?
no faltaba más ! es lo mínimo ! no debe ser un objetivo, sino el
punto de partida ! la primera de las enseñanzas, el respeto por todos.
« Las partes
sexualizadas del cuerpo femenino » la autora o autor del texto (no esta
firmado) no tiene ni idea de cuáles son, le han dicho que son las nalgas y las
tetas y se lo ha creído, no sabe lo que valen una oreja, un cuello, una pupila,
un hombro ; tengo la impresión de que hay quien se lamenta de tener un
sexo aunque puedo comprender a quien no está de acuerdo con el que le ha tocado por
nacimiento ; la vida nos presenta otras opciones, la decisión es de cada
cual. A lo que no se debería aspirar es que a un hombre le dé lo mismo una
oreja que otra, o a que sus mecanismos de excitación respondan indistintamente
a una estética o a otra, o a que simule excitación por lo que no la provoca, lo
siento señoras : no hay erecciones hipócritas.
En uno de esos
delirios machistas inevitables que resultan de la mezcla entre unos graditos
mas de alcohol y una noche de insomnio, se me salió la frase como medio sola: “El
sexo podría ser declarado tarea domestica” a compartir como todas las otras:
iniciativa, eficacia, motivación, imaginación, buena terminación ; quizás entonces
podríamos escucharla a usted diciéndole a su energúmeno « cuando termines ahí
me echas un polvo y por favor lo dejas todo en orden » o a El: « no te
duermas todavía querida, que tengo ganas de lavarte la vajilla ».